Podríamos traducir literalmente el término
Fanfiction (abreviado Fanfic) como “ficción de fans” y no iríamos
desencaminados. Se trata de trabajos escritos hechos por fans de un libro,
película, manga, videojuego, serie de televisión u otro elemento de la ficción
narrativa (aunque aun no me he topado con ninguno basado en Gran Hermano, pero
puede que lo haya). Esto quiere decir que los seguidores de determinada ficción
recrean los personajes, situaciones e historias originales dándoles un nuevo
giro, contando sus propias historias. Hay que remarcar lo de que son trabajos
ESCRITOS, ya que existen otras formas en las que los fans crean ficción a
partir de la ficción, como son el fanart, el fanfilm, las webseries y el
dôjinshi. El Fanfic y sus hermanos a menudo son objeto de desprecio
principalmente por dos razones: se cuestiona su calidad (con razón, ya que son
trabajo de aficionados y no es fácil encontrar material de calidad) y se mira
con mal ojo lo que parece un plagio. Esto último es el argumento de: ¿por qué
voy a leer esto si está basado en otra cosa? Lo cual se desmonta fácilmente si
te interesa el tema que trata tanto la historia original como el fanfiction.
El Fanfic puede tener origen la mente aislada de una
obsesa con Crepúsculo que decide reescribir la historia para incluir las
escenas de sexo que la autora mormona no se atrevió a poner en el original. En
mi opinión se inicia en el Fandom, concepto que se refiere a la comunidad
virtual de fans. Creo que la proliferación del Fanfic se debe precisamente a
esta comunidad en torno a la cual se reúnen los seguidores de determinada obra.
Allí comparte impresiones y surge inevitablemente la cuestión del ¿qué pasaría si…? o ¿te imaginas qué tal personaje hubiera…? Y de ahí a que alguien
reescriba la historia o invente una nueva hay un paso.
Eso es lo que ocurrió en mi caso. Como expliqué en
la entrada que dediqué a Harry Potter, fue esta la obra que me llevó al Fandom.
Muchos Fanfic se distribuyen a través de blogs, pero la plataforma más masiva y
conocida es, sin duda, www.fanfiction.net.
Aunque hay más, no fue allí donde leí mis primeros Fanfics, pero si es la que
más he utilizado. Fue allí donde me conmocionó el valor que tiene el universo
que queda detrás de una obra de ficción cuando el autor deja de desarrollarla.
Eso no es el fin, la ficción continúa en las mentes huérfanas de los fans.
Claro que no todos las obras tienen este impacto, sólo las que aglutinan tras
de sí un número lo suficientemente grande de seguidores. Por esto hacía
hincapié antes en el peso que tiene la comunidad, ya que parece ser muy
influyente en la decisión que toma el fan: limita su imaginación al plano
personal o lo canaliza hacia el exterior y lo comparte con su grupo de
referencia.
Próximamente: El Fanfiction. Los escritores no
profesionales (2ª parte).