jueves, 11 de abril de 2013

Escribir con música. ¿Sí, no, depende?


Antes que nada debería aclarar que cuando hablo de escribir con música me voy a referir a dos procesos diferentes: uno es el trabajo “escribir propiamente dicho y otro es la fase de preparación. El papel que juega la música es diferente en cada uno.
En el primero hay que tener en cuenta que nuestro cerebro ha de estar más orientado a dejar salir la información que a permitir nuevas entradas. Por tanto es delicado el uso de acompañamiento musical en estos momentos. Es desaconsejable el uso de piezas musicales que absorban nuestra atención por su complejidad o por su novedad. Sin embargo, dependiendo de lo que estemos escribiendo, hay canciones que pueden tener el efecto contrario y ayudarnos a entrar en situación. Por ejemplo, si estás escribiendo una novela de terror y misterio quizás te ayude a concentrarte en las sensaciones que quieres transmitir el escuchar temas como este:


En el segundo proceso su papel es mucho más importante a mi entender, ya que no es un mero acompañamiento. Pocas cosas disparan más la imaginación que la música. Después de todo también es una forma narrativa, las canciones nos cuentan historias, que al entrelazarse con aquellas que ya tenemos en nuestra cabeza pueden dar lugar a algo completamente nuevo. Un ejemplo de la capacidad que tiene la música para crear nuevas historias son los AMV (anime music video), creados combinando clips de video con música y dando origen a una historia que puede ser diferente del guión original de la serie.

En esta fase la música también destaca por su utilidad como elemento de caracterización de los personajes. ¿Qué música le gusta al protagonista? ¿Cuál no soporta? ¿Cuál es su canción favorita? ¿Cuál suena en tu cabeza cuando piensas en él? Pensar en las tres primeras preguntas ayuda a definir la personalidad y el carácter, mientras que la última te hace reflexionar en las sensaciones que quieres que transmita el personaje en cuestión, su aura. Por ejemplo, el antagonista de la novela en la que trabajo, un psicópata de libro con un toque tragicómico, esta es la canción que suena en mi cabeza cuando pienso en él:

Próximamente: Dos velas para el diablo. La creación del universo propio. En la siguiente entrada hablaré sobre uno de los mejores libros de Laura García Gallego. La autora es un referente en lo que se refiere a crear nuevos mundos literarios. 

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