viernes, 3 de mayo de 2013

El Fanfiction. Los escritores no profesionales (2ª parte).


El Fanfiction puede ser una herramienta de gran utilidad para los interesados en iniciarse en el mundo de la escritura. En el Máster de Creación Literaria discutimos sobre la importancia que tiene trabajar lo que llamamos la tradición propia. Es decir, las obras y autores que nos han influido, nuestros referentes. Hay muchas formas de hacerlo: la traducción, el homenaje (de muchos tipos), las referencias cruzadas. El Fanfic es el que llevo más tiempo usando (y sin saberlo al principio). Cuando miro retrospectivamente los trabajos de este tipo que he hecho hasta puedo sacar conclusiones: sobre el tipo de literatura que quiero hacer, lo temas que me interesan e incluso algunos malos vicios que la práctica ha de ayudar a corregir.
También insinué en la primera parte de la entrada que el Fanfic no siempre está bien visto. Siendo claros, es un género que no cuenta con un soporte legal, las obras no están protegidas y tampoco se les debería acusar de ser plagios. En su defensa he de decir que el Fanfic no engaña, el que llega a él sabe lo que va a encontrarse. No se distribuye con ánimo de lucro y no pretende suplantar ni aprovecharse del trabajo original de los autores. Como explicaba antes, puede ser incluso un homenaje. Claro que no todos los escritores que ven a sus lectores escribiendo Fanfiction sobre su obra se lo toman igual de bien. Ejemplo de ello son algunas de las acciones legales que emprendió J.K. Rowling contra algunos de sus fans. (Dejo de lado el caso Lexicón, ya que no era un Fanfic sino un libro a punto de ser publicado)
Y para acabar un pequeño ejemplo de Fanfiction hecho por mí (que hasta ahora sólo he compartido literatura de No Ficción). Es un cuento corto, algo poco habitual en mí, que se me alargan las historias hasta convertirse en novelas. Con motivo de un ejercicio para el Máster en Creación Literaria se nos pidió que reescribiéramos un “mito de origen”. Podía ser del cosmos, de algún personaje, de la civilización humana, etc. Yo escogí basarme en el universo que crea Laura Gallego en Dos Velas para el Diablo y usé su mitología para contar los orígenes de nuestra especie. Así nació Ángeles, Demonios y Australopithecus.

Próximamente: Mass Effect. No desviarse del camino, o sí. Será la primera entrada sobre un videojuego y la aprovecharé para comentar algunas conclusiones que se extrapolan a los libros sobre la regularidad de una saga. 

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