Code Geass es una de las obras de las que estaba
seguro que hablaría cuando creé el blog. No podía dejar pasar la oportunidad
cuando es (probablemente) la serie de animación que más veces he visto en mi
vida. No cuando está tan estrechamente relacionada al arquetipo del héroe
diabólico que tanto tiempo llevo desarrollando estos meses. No cuando es una de
esas historias que abordan sin complejos uno de los temas más antiguos de la
tradición literaria: la definición del bien y el mal y la lucha entre ambos.
La serie se estrenó en el año 2006, de la mano del
estudio Sunrise. Durante un tiempo no me sentí muy animado a acercarme. Nunca
me había llamado la atención el género de los Mechas (y hay para hartarse en
Code Geass) ni el estilo de dibujo CLAMP (las diseñadoras de los personajes).
Pero el paso de los meses y el éxito que tuvo en Japón me convencieron. Y de
repente los Mechas ya no parecieron tan infantiles y el diseño excesivamente
estilizado del dibujo se convirtió en una necesidad para identificar a los
personajes.
¿Pero de qué trata realmente Code Geass? Lelouch
Lamperouge, nuestro protagonista, es un príncipe exiliado del Sacro Imperio de
Britania, una superpotencia económica y militar que controla un tercio del
mundo. Cuando se le presenta la oportunidad decide cumplir con el deseo que le
ha mantenido con vida desde niño: destruir el Imperio de Britania, para que él
y su hermana puedan ser libres y vivir en paz. La lealtad, la búsqueda de la
justicia y la venganza son los temas principales.
Hay tantas cosas que se podrían decir sobre Lelouch
que para una presentación completa del personaje no bastaría con una entrada. Se
podrían dedicar páginas a analizar su evolución de comandante un tanto tiránico
a líder carismático. Podríamos debatir durante horas sobre sus similitudes con
Kira de Death Note y el complejo de dios que les une a ambos. O sobre sus
diferencias, ya que Lelouch no es un psicópata, sino que de hecho es
precisamente su amor por su hermana uno de los motores que lo impulsa a actuar.
Haría falta un ensayo bien extenso para comentar toda la carga moral y
sociológica del conflicto que se plantea entre Lelouch y su amigo y antagonista
Suzaku. Se podría incluso recopilar una antología con los mejores diálogos, de
un nivel al que no nos tienen acostumbrados las series de animación.
Sólo deberían asesinar
quienes estén preparados para morir.
Pero esta no es una entrada para analizar todos
estos temas. Es para provocar y generar curiosidad, para animaros a darle una
oportunidad a una de las obras maestras de mi adolescencia. A día de hoy es una
de las mejores series de animación jamás creadas y tengo el convencimiento de
que con el paso de los años quedará perpetuada como un clásico. Es sin duda una
genial manera se iniciarse para aquellos interesados aprensivos que sientan
curiosidad por el anime pero estén temerosos de llevarse una decepción. Tal
cosa no pasara con Code Geass.
Próxima entrada: La Piel de los Lobos. Conclusión.
En la última entrada hablaré sobre la novela en la que llevo meses trabajando y
las reflexiones que me planteo para el futuro de la misma.